Autoras: Belén Lorenzo Briz y Míriam Molina Ivorra | Fechas: 12/12/20, 14/12/20, 15/12/20 y 18/12/20 | Cámara: móvil iPhone 8 | Enlace: Las palmeras y sus apasionados. El centenar de personas que cuida… | by Belén Lorenzo Briz | Jan, 2021 | Medium

Las palmeras y sus apasionados

El centenar de personas que cuida diariamente del Palmeral de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad, también tiene mucho que contar. El palmerero, una profesión de riesgo, es primordial para la conservación de los parques y jardines de toda España. Por ello, aquí se recogen algunas de las labores imprescindibles en el sector como la poda, la polinización, atado y recolección de los dátiles. Profesionales de la altura de Miguel Ángel Sánchez, expresidente de la Asociación de Palmereros Apelx, cuentan la importancia de su cargo y lo esencial que es su reconocimiento oficial como “palmereros”. Además, explica todas y cada una de las actividades que componen su trabajo y anima a su difusión y apoyo por parte de toda la población, puesto que cumplen una función fundamental que para muchos “puede pasar desapercibida”.

Un palmerero completo es el que realiza todos los trabajos de la palmera. El kit de Miguel Ángel Sánchez para treparlas se compone de un arnés, eslinga, sogón, corvellote y una gumia.

800 palmeras poseen bolsas de tela y cintas en los troncos para evitar daños en los dátiles. Se vigilan cada 30 días para combatir la amenaza del picudo rojo por la ausencia de pesticidas.

El 95% de los palmereros se centran en la poda ornamental ya que es la actividad que más ingresos proporciona. Las palmeras en jardinería se podan por razones de seguridad y de estética.

El todavía no reconocido oficio de tripero o peón de poda se encarga de la poda baja. En sus inicios, estos hacían de asistentes a los palmereros recogiendo las palmas y cascabotes que luego vendían a los hornos.

Elche es el mayor productor de dátil confitero y de medjoul, aunque el importado se venda a un precio más bajo que el autóctono. Su procedencia viene de países como Marruecos, Argelia, Túnez e Israel.

El palmerero es una profesión tradicional que se transmite por generaciones. En la mano de obra de la poda, su sector más cotizado, un jardinero cobra entre 12€ y 25€ la hora por su trabajo.

Contra el picudo rojo, se inyectan tratamientos químicos cada 45 días para potenciar la subida de savia. Con una pértiga, se aplican productos como el 5-nonanol con una media de 25 litros por palmera.

El 90% del dátil que sale al mercado se obtiene de palmeras in vitro las cuales pueden llegar a producir hasta 60 kilos de dátiles. Mamadú Sampule recolecta estos frutos por las palmeras de los diferentes huertos ilicitanos.

La empresa de Miguel Ángel, TodoPalmera, contrata camiones al Ayuntamiento para retirar restos de poda, ramas y leña. Raúl Mas evita que las hojas enfermas atacadas por hongos propaguen las esporas a las hojas sanas.